Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo y es la responsable de retener las moléculas de agua para rellenar el espacio entre las fibras de nuestra piel. Se encuentra en grandes cantidades en personas jóvenes pero se va reduciendo con el tiempo (hasta un 50% a los 50 años). En otras palabras, el ácido hialurónico es uno de los encargados de que tengamos la piel firme y tersa durante la juventud. Así, lo que logramos con este tratamiento es rellenar las arrugas para conseguir una piel y una apariencia más joven.

 

En una sola sesión de media hora, con una infiltración de ácido hialurónico en las zonas del rostro que se quieren tratar conseguimos devolver la tersura a la piel sin que pierda su naturalidad. Al tratarse de una sustancia que ya se encuentra en nuestro organismo, rejuvenece la piel sin que ésta pierda su naturalidad original. De hecho, no alteramos las características de la piel al inyectarlo, por lo que no se requiere test de alergia. Es importante destacar que no existe ninguna otra sustancia biológica que retenga tanta agua como el ácido hialurónico, lo que a la práctica se traduce en una piel más suave, tersa y con menos arrugas.

 

El tratamiento con ácido hialurónico puede repetirse con el tiempo, una vez el propio cuerpo ha reabsorbido la sustancia y el efecto rejuvenecedor ha disminuido. Por lo general, basta con realizar el tratamiento cada seis meses o un año, dependiendo de cada persona, para así mantener una piel perfecta.

 

Las diferentes concentraciones de la sustancia

Aunque la infiltración de ácido hialurónico es un procedimiento que puede tratar las arrugas faciales en general, existen diferentes concentraciones de la sustancia indicadas para zonas faciales concretas:

 

  • Ácido hialurónico de cohesividad baja: al ser la concentración más fluida, la indicación de este tipo de ácido hialurónico se destina especialmente a las arrugas finas del rostro, tales como patas de gallo y arrugas peribucales.

 

  • Ácido hialurónico de cohesividad media: al ser particularmente más denso que el anterior, permite corregir con eficacia surcos nasogenianos,  arrugas de marioneta,  depresiones de la zona temporal y otras arrugas de de profundidad moderada.

 

  • Ácido hialurónico de cohesividad alta: la concentración más alta de la sustancia está especialmente indicada para agudizar la firmeza de los contornos del rostro mediante la reposición de grandes volúmenes tales como pómulos o mentón.

 

  • Ácido hialurónico de características más elásticas: está destinado para el remodelado de los labios, donde es preciso utilizar una sustancia mucho más elástica para obtener unos resultados más naturales.

 

Por lo general, el ácido hialurónico se considera el producto reabsorbible más utilizado gracias a su seguridad y buenos resultados. Si quieres revitalizar tu rostro y conseguir una imagen más joven mediante una substancia natural y las más avanzadas técnicas de medicina estética, el tratamiento con ácido hialurónico puede ser el más indicado para ti.

Galería de casos: antes y después