
10 Sep La mala elección de Courteney Cox
La actriz Courteney Cox, de 51 años, ha sido objeto de debate a lo largo del mes de agosto. Como Uma Thruman hace unos meses, los medios de comunicación han difundido un rumor que se deduce de sus últimas apariciones ante la prensa: “Mónica” (por su papel en la mediática serie de televisión Friends) se ha sometido a tratamientos estéticos y también a intervenciones quirúrgicas para lucir un rostro más joven y fresco. No obstante, parece que su nueva imagen facial no ha sido del todo bien recibida por sus fans y audiencia en general. ¿Qué has hecho, Courteney?
El Dr. Junco y el Dr. Vieira han podido aportar la visión profesional a los resultados de sus cirugías. Gracias a sus aportaciones en un artículo del periódico ABC, hemos podido deducir qué intervenciones se ha hecho y cuáles son, bajo su punto de vista, los errores cometidos. “Lo estéticamente correcto es mantener las dimensiones naturales de la cara de cada paciente para así conservar la armonía facial. Pero en el caso de “Mónica”, parece que el aumento ha sido tan exagerado que hasta le ha empequeñecido los ojos”, explica el Dr. Vieira.
Los tratamientos con bótox son los más realizados en todo el mundo gracias a los buenos resultados que ofrece esta sustancia. Consigue difuminar las líneas de expresión, las patas de gallo y las arrugas de la cara o del cuello. Sin embargo, cuando empleamos el bótox en exceso podemos generar una apariencia poco natural del rostro. “Si se examina en profundidad la mirada de la actriz se ve como el párpado superiores está levemente caído, debido muy posiblemente a un abuso de bótox”, añade el Dr. Junco.
Pero no se trata de una cuestión exclusivamente médica, si no también quirúrgica. “Si analizamos detenidamente el semblante de la actriz podemos ver que muestra una piel excesivamente tersa y luminosa, como consecuencia seguramente de peelings químicos, y que ciertas facciones de su cara se han modificado”, apunto el Dr. Junco. “Y los aspectos que más se han visto alterados son las mejillas, los ojos y el mentón”, indica, por un aumento del volumen que puede haberse producido bien por la infiltración de sustancias de relleno tales como el ácido hialurónico o bien de su propia grasa mediante lipofilling.
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