14 Abr Los mitos más comunes sobre medicina estética
La medicina estética, una disciplina médica que se encuentra en auge por los magníficos resultados que ofrece, también puede inducir a dudas, interrogantes o incluso a falsedades que se interpretan como verdades. Mitos y leyendas urbanas se escurren entre la población, que cataloga algunos procedimientos sin conocer realmente los beneficios que proporcionan. Como en cualquier tratamiento, la medicina estética dispone de sus propios riesgos en según qué pacientes, pero éstos no deben eclipsar sus beneficios. Por ello, desde la Unidad de Medicina Estética del Dr. Junco queremos desmontar los mitos más comunes:
- Cuando se pasan los efectos del bótox, el rostro queda incluso peor que antes: FALSO. La finalidad principal de esta sustancia es debilitar el movimiento de los músculos donde se infiltra. Una vez pasado el lapso de tiempo que dura su efecto, el músculo vuelve a su dinámica original sin desarrollar peores consecuencias o defectos.
- El bótox deforma los labios: FALSO. La toxina botulínica no es una sustancia que proporcione volumen, sino que debilita el músculo. Cuando se aplica en los labios, su función es atenuar las arrugas peribucales. Si realmente el paciente desea aumentar el volumen de los labios, debe acceder a otro tipo de sustancias de relleno reabsorbible, como es el caso del ácido hialurónico. Así pues, las deformidades en los labios que tanta repercusión tienen en los medios de comunicación se debe a un exceso de relleno, no a una mala aplicación del bótox. En ocasiones, la deformación también se puede deber a implantes permanentes, como siliconas o metacrilatos, mal colocados y desproporcionados.
- El bótox induce la pérdida de la expresión facial: FALSO. Para evitar esta desagradable consecuencia, es esencial contactar con un buen profesional. Si el médico conoce cómo aplicarlo en las zonas y cantidades adecuadas, así como mantener el período de tiempo prudencial entre las diferentes sesiones, la expresión facial quedará intacta.
- Es preferible iniciar los tratamientos antiaging cuando las arrugas son más evidentes: FALSO. El dicho “es mejor prevenir que curar” no es nada nuevo. Aunque este mito está bastante esparcido, sobre todo entre las mujeres, debemos aclarar que es más sencillo tratar una arruga incipiente que una más marcada. En pieles no extremadamente arrugadas, se necesita menos cantidad de sustancia a inyectar y se obtienen, como consecuencia, unos resultados más naturales.
Juntamente con los cuatro mitos presentados, existen muchos más relacionados con la medicina estética. En la sexta edición de OJ Magazine, disponible en la página web del Dr. Junco, hemos recogido una selección de 20 mitos que es necesario aclarar. Si quieres más información, allí la podrás encontrar.