Hay muchos tratamientos que sirven para reducir los efectos visibles del envejecimiento, pero no existe ninguna como Sculptra. Este tratamiento restaura la apariencia joven que tuviste en el pasado con un resultado natural y duradero sin pasar por el quirófano. No se trata de un simple retoque estético a corto plazo sino de una solución visible que puede durar hasta dos años, un periodo bastante más largo que los demás tratamientos estéticos sin cirugía.
Puesta a la práctica, Sculptra® consiste en la recuperación del colágeno perdido y la estimulación la formación de colágeno nuevo para eliminar las arrugas profundas y los pliegues faciales, consiguiendo una piel más tersa y joven mediante un discreto aumento de volumen.
Sculptra® está constituido por ácido poli-L-láctico biocompatible y biodegradable que se infiltra a través de una aguja fina sin provocar molestias importantes, tampoco requiere test de alergia. El número de sesiones depende de cada caso y se deben realizar cada 4-6 semanas para conseguir el resultado deseado que variará en función de cada paciente.
Duración, seguridad y biocompatibilidad
Estos son los tres beneficios principales del Sculptra® pero hay otros. Al ser un tratamiento mínimamente invasivo no interfiere con los hábitos del día a día y por lo tanto no requiere ningún periodo de recuperación. Asimismo, al tratarse de un tratamiento progresivo que requiere varias sesiones el cambio de tu apariencia es gradual, con lo que nadie va a sospechar nada si tu no se lo cuentas. Eso sí, una vez terminado el tratamiento, el cambio de imagen entre el antes y el después es muy visible.
Si estás deseando conseguir una piel joven y firme de manera progresiva y evitando la cirugía, Sculptra® puede ser el mejor tratamiento para ti.